Por: Fabrina Acosta Contreras
“El deporte te enseña a tener carácter, a seguir las reglas,
a saber cómo se siente al ganar o perder: te enseña sobre la vida”.
-Billie Jean King.
Para referirse a la deportista y administradora Orianica Velásquez, es pertinente mencionar como punto de partida, su amor profundo por el futbol. Desde pequeña sintió atracción por el deporte y a muy temprana edad comenzó a entrenarlo.
Es inspirador su liderazgo, el cual, propone nuevas visiones y una vida justa y equitativa para todas las personas sin distinción de género, etnia o credo, se expresa con la fuerza innata de las mujeres nacidas en la guajira.
De este modo, afirmar que Orianica es un claro ejemplo de mujer empoderada cobra todo el sentido, logrando desde el futbol representar a Colombia en diferentes países, siendo una deportista consolidada, una profesional destacada y siempre demostrando su capacidad de coherencia en las diferentes áreas de su vida; ella asume sus retos con disciplina y compromiso, valores que ha cultivado sanamente desde su rol como deportista de alto rendimiento.
Una lideresa innata, una familia apoyando
Orianica es clara en afirmar que desde pequeña cuando acompañaba a su padre a ver partidos, descubrió que el futbol era una de sus grandes pasiones y no duda en exaltar como fundamental el apoyo de sus padres Yanis Herrera y Tomás Velásquez, para que ella ingresara a una escuela de futbol a los ocho años, la cual, era de niños porque no había para niñas y luego a los 12 años si se integró con una escuela mixta, pero todo esto no fue barrera para ella.
Asimismo, se refiere con profundo amor de sus hermanas Yanica y Oriana, las cuales, influyen de manera importante en su vida y de quienes heredó su nombre dado que Orianica es una función de los nombres de ellas dos.
Cuando hay una líder innata como Orianica es fundamental que exista todo el apoyo familiar y del entorno, para que no se queden los sueños en intenciones, sino que pueda hacerlos realidad, como ella afirma “soñar lo vale todo” y por eso es un ejemplo de mujer soñadora que no detiene su marcha hasta lograr su propósito y que tiene una familia que ha sido una inagotable fuente de apoyo, que le ha otorgado a ella grandes dosis de confianza y madurez.
Orianica, haciéndole goles al machismo
Orianica desde niña ha logrado romper el paradigma de que el futbol es exclusivamente para hombres o que por practicarlo las mujeres pierden su esencia; en este sentido, ella ha logrado hacerle goles al machismo y sacarle tarjeta roja a la indiferencia y a los prejuicios sociales, demostrando que el talento de las mujeres no se limita a determinados roles de género que la definen como débil y que basados en dicha premisa le asignan al género masculino (sexo “fuerte”) algunos deportes (de contacto) como el futbol.
Esto demuestra una vez más, que en la guajira pasan cosas buenas y que sus protagonistas son jóvenes emprendedoras con un amor profundo por su tierra y con clara convicción de que es necesario crear una sociedad sin prejuicios, con igualdad, equidad y no violencia. Aunque Orianica se formó desde pequeña en Bogotá dice que sus padres siempre han sembrado en ella el amor por su tierra natal Villanueva y por la guajira.
Visión de mujer guerrera
Orianica hace parte de la selección Colombia de futbol, ha estado en ligas internacionales y ha participado en juegos panamericanos, ha tenido una formación académica de alta calidad, logró una beca en la Universidad de Indiana Estados Unidos y se graduó como administradora en salud, actualmente labora y entrena con el club (formas intimas), ha conocido el mundo y sus diferentes culturas gracias al futbol, como ella afirma ha recibido infinitas cosas buenas gracias a su deporte preferido y siente felicidad por eso, pero no solo quiere recibir sino que también siente el compromiso de aportar a una mejor realidad para las mujeres y las nuevas generaciones en el deporte; ella tiene claro que este es un escenario transformador y generador de mejores realidades para la sociedad.
Es una mujer con visión, frente a un logro no detiene su marcha sino que nutre nuevos sueños y retos, por ello refiere que anhela que se logre una liga femenina estable y justa para las mujeres, que sueña con ganar medallas en panamericanos y con tener su propia empresa, que nunca dejará de alzar la voz de manera contundente y argumentativa para reivindicar los derechos de los y las deportistas, cree en un mundo en equidad e igualdad, le parece que en este momento histórico deberíamos estar gozando plenamente de las garantías para mujeres y hombres, que es desafortunado que el mundo deportivo presente casos de brechas salariales, discriminación o violencias; pues ya es momento de vivir a plenitud y gozar de los beneficios merecidos. Su visión no se limita y promete seguir dejando en alto el nombre de las mujeres y reafirmando que tenemos múltiples capacidades.
Historias que inspiran
En síntesis, puedo afirmar que historias como la de Orianica demuestran que hay esperanzas de grandes cambios sociales y culturales, que las mujeres tenemos un gran poder que logra tejer nuevas realidades y que no buscamos competir con los hombres ni revictimizarnos como género, sino que hacemos parte de una generación que hace lecturas claras de prácticas machistas y por ende no nos silenciamos ni detenemos en la lucha por nuestros derechos, con una mirada humanizada y pacificadora que sueña con un mundo libre de violencias, seguimos soñando con ese logro, mientras mujeres como Orianica continúan haciéndole goles al machismo, gracias a ella por inspirarnos desde su ejemplo.
Que sigan los liderazgos femeninos y las mujeres con los tacos puestos como Orianica, el mundo necesita y merece a estas personas.