Autora: Fabrina Acosta Contreras
Nota publicada también en Diario del Norte y en www.panoramacultural.com
Qwenty López Epiayu, lideresa y emprendedora de la Guajira / foto: cortesía
El sistema de mayor influencia en las personas es la Cultura, el papel de las mujeres en muchas culturas es de sometimiento, silencio y nula participación. En una cultura ampliamente representativa como la Wayuú, se presenta la fusión entre el machismo y el rol matrilineal, desde el cual, la mujer desarrolla liderazgos, pero también debe someterse a algunas exigencias que provienen del machismo; me refiero a esto sin desconocer el poder que la mujer Wayúu ejerce en su entorno por su liderazgo y fuerza, como es el caso de la joven Qwenty López, una tejedora de nuevas realidades y eterna enamorada de su identidad.
De esta manera, entrego la tercera crónica sobre historias de mujeres guajiras en conmemoración del 25 de noviembre, Día internacional de la no violencia contra las mujeres, porque la violencia se erradica con emprendimientos, empoderamientos y derechos garantizados para todas.
Las mujeres wayuú
Son ejemplos claros de resiliencia y amor por la cultura. Ellas son reales vientres de esperanzas que tejen con su pensamiento ideas de supervivencia para su familia y la preservación de los principios culturales. Su rol es protagónico en sus comunidades y fuera de ellas, tanto en el ámbito de la maternidad y familiar, como en el comercial o político. En este sentido, considero pertinente citar al autor Alessandro Mancuso, quien refiere:
“Que, entre los pueblos indígenas de las tierras bajas suramericanas, los Wayúu ocupan una posición “excéntrica”, no sólo geográficamente (la península de La Guajira), sino también desde el punto de vista de su modelo de organización social… el comercio es considerado sobre todo una actividad femenina, no sólo porque los hombres por lo general se encuentran ocupados en otras actividades, sino también porque las mujeres tienen la reputación de ser más cuidadosas y “responsables” en el manejo del dinero. Además, es importante destacar que las mujeres no se limitan a comerciar los “productos” del trabajo de los hombres. Al contrario, hay bienes, como el tejido de hamacas y mochilas, que no sólo son vendidos por las mujeres, sino que también son producidos exclusivamente por éstas”.
Una guerrera del resguardo zahino
Qwenty es una profesional en comercio internacional, que se destaca por ser una defensora y gran representante de su cultura wayuu. Ella siempre transita la vida con sus mantas y mochilas, tiene claro a qué lugar pertenece y, por ello, cuando entró a cursar su profesión, siempre estuvo atenta a aprender para llevar proyectos que beneficiaran a su comunidad, es una tejedora de diálogos occidentales y tradicionales, no se aparta de su esencia indígena a pesar de los procesos académicos o sociales que viva, sino que logra atraer para su territorio lo que le beneficie. No discrepa entre su amor por la cultura y su interés en aprender como tejedora innata, por eso logra articular los diferentes escenarios ponderando su historia, su familia y su resguardo Zahino ubicado en el municipio de Barrancas al sur de la Guajira.
Qwenty López Epiayu en Wooika
Liderazgo femenino
Ella es una tejedora de nuevas realidades que garantizan los derechos de las mujeres y las niñas, para ello reconoce que es fundamental que se rompan estereotipos de género que atentan contra el bienestar integral de las mujeres, de aquellas que son abuelas, madres y lideresas.
Por esta razón, para trascender de la queja a la acción y demostrar que las jóvenes como ella no están dispuestas a quedarse quietas y resignadas ante panoramas adversos, creó, en equipo con varias aliadas, el Colectivo Wainpirai. Esta palabra en wayunaiki tiene dos significados, el primero que así se le llama a la palguarata que para los wayuú su canto avisa la llegada de una pronta visita. Y, por otro lado, el colectivo quería resaltar el deseo de percibir las cosas desde el Ser. Que es lo que pretenden significar ellas como grupo de jóvenes que desean contar sus historias de vida y desde ellas aportar a la transformación.
A la fecha el colectivo cultiva varios logros como, apoyos de cooperación internacional y liderazgo de programas que han impactado a la comunidad y han generado en los y las jóvenes nueva consciencia del cuidado de su cuerpo, prevención de embarazos adolescentes y pedagogía de sus derechos; aunque la misión no ha sido fácil dado que toda transformación genera detractores y resistencias, ellas siguen firme como mujeres indígenas haciendo honor a su esencia resiliente y siempre con visión de aportar a la comunidad.
Es importante mencionar, entre esos logros la publicación de una cartilla titulada wolunka que traduce (la mujer de la vagina dentada) alusivo a una de las mitologías sobre la creación y además es un documento pionero dentro de la cultura wayuu enmarcada en derechos sexuales y perspectiva de género, gran labor de Qwenty liderar procesos de cambios, donde se habla de lo silenciado y se visibilizan aspectos ocultos, como la importancia de los derechos de las mujeres y la prevención de las violencias.
Mujeres wayuu vientres fructiferos de universales linajes
Las mujeres como Qwenty son vientres fructíferos de grandes proyectos y procesos transformadores, demuestran que son un tejido entre las sabias y las nuevas generaciones, ella siempre ha honrado sus principios culturales y las enseñanzas que su abuela, tías, y su madre le han dado; por eso, su gran pasión es la tejeduria y lidera emprendimientos con productos wayuu como la mochila, con los cuales, busca llegar a muchas partes del mundo demostrando que su universo indígena tiene todo el poder de impactar con su majestuosidad al mundo occidental. Ella, cuando habla de sus tejidos, genera conexiones profundas, contagiando a quien la escucha, de sentimientos e historias que tejen las manos de las matronas y mujeres wayuu.
Cierro estas letras con un aparte de la investigación que Román y Luis Delgado, realizaron y por la cual, refieren que:
“La mujer se desenvuelve dentro de la sociedad Wayuu como la representante de la perpetuidad cultural. Como madres, son las dueñas se un vínculo espiritual que transmiten a sus descendientes en un legado de por vida. En el pueblo Wayuu la mujer tiene una gran importancia no sólo desde la procreación, sino como la matriz de la cultura y la portadora de la carga moral. Ella lleva consigo el elemento más importante: ser la responsable de heredar a sus descendientes su clan y perpetuar el linaje de su familia. Por ello juega un papel de gran trascendencia dentro del clan familiar, forjándose una sociedad matrilineal. La mujer es la encargada de perpetuar la cultura, como fiel conocedora de la estructura de su núcleo, conoce las historias, la genealogía, las costumbres y transmite los saberes ancestrales a sus hijos. Orientadora y responsable de la formación integral para las nuevas generaciones”.
Gracias, Qwenty por enseñarnos con tu ejemplo, sobre el liderazgo wayuu que es naturalmente tejedor de esperanzas y de nuevas realidades, por caminar con tus mantas y mochilas con la seguridad de tu herencia ancestral y demostrarnos que, aunque transites por el mundo occidental, tu misión es enamorarnos de tu cultura wayúu y nada ni nadie te hace perder el rumbo de la identidad que caracteriza a tu ser. Vivan las mujeres indígenas que aportan su poder ancestral a un mundo que necesita más esencia y liderazgos, y menos distracciones y violencias.